LANZAMIENTO DE MARTILLO *






1. El agarre del martillo:



El asa del martillo se toma sobre la última falange de los dedos de la mano izquierda (para alguien que gire hacia la izquierda). La mano derecha abraza a la izquierda, colocándose encima de ella. Los dedos pulgares pueden estar entrecruzados entre sí, con el izquierdo sobre el derecho o bien paralelos, una al lado del otro.

2. Posición inicial de partida:



El lanzador se coloca estático en el borde posterior del círculo, dando la espalda a la dirección del lanzamiento. Las piernas se encuentran separadas a una distancia algo mayor que el eje de los hombros. El tronco se encuentra inclinado hacia el frente con una pronunciada rotación hacia el lado derecho, de tal manera que el hombro izquierdo se encuentra ubicado al frente. Las rodillas semiflexionadas. El brazo izquierdo extendido y cruzado hacia abajo y hacia el lado derecho del lanzador. El alambre del martillo está completamente extendido, como una continuación del brazo izquierdo. La cabeza de dicho implemento está apoyada atrás sobre el piso y a la derecha del lanzador.

3. Los volteos:



l objetivo de los volteas es adquirir una velocidad de desplazamiento del martillo óptima para cada sujeto, así como crear las condiciones más favorables para entrar en el primer giro y sucesivos.
El lanzador endereza su tronco al mismo tiempo que impulsa suavemente la cabeza del martillo hacia el frente y arriba. La mayoría de los lanzadores dejan ir el implemento nuevamente hacia atrás y a la derecha, aunque sin flexionar los brazos.
Los volteos se inician con una acción de la pierna derecha y hombro izquierdos desplazando el martillo hacia arriba y hacia la izquierda. Cuando las manos llegan a la altura de la cara se produce un cambio de hombros, así como un cambio de peso de una pierna a otra. La cabeza del martillo durante su recorrido describe una elipse cuyo punto más bajo se sitúa a la derecha del pie derecho y el más alto por detrás y a la izquierda del lanzador.

El lanzador deberá pues procurar:

 Conducir el artefacto por el camino más largo.

 Que los brazos estén extendidos y los hombros avanzados.

 Que la cabeza del martillo (la bola) no corte el eje vertical de la línea de hombros.

El tronco permanece erguido, con la mirada hacia el frente; justo cuando la cabeza del implemento se dirige nuevamente al frente es que lo llevan a la izquierda. Se debe procurar que el martillo describa un radio prolongado. Por esta causa los brazos del lanzador deben estar lo más extendido posible y de acuerdo a las circunstancias técnicas. Para que ello sea posible es necesario que el atleta baje su hombro izquierdo cuando el martillo se proyecta hacia ese lado durante los boleos.
Este movimiento se comienza a realizar cuando la cabeza del martillo se encuentra al frente y abajo. A medida que la cabeza del implemento sube hacia arriba y a la izquierda, el lanzador gira hacia su derecha. Cuando el hombro derecho está dirigido hacia atrás, hacia el sentido del lanzamiento, el eje de los hombros está paralelo al suelo.
Durante la realización de los boleos preliminares comienza a desarrollarse una creciente fuerza centrífuga, la cual sabemos, tiende a sacar al lanzador de su posición estable.
Es por esta causa que la tarea de las caderas es muy importante durante estas instancias. El trabajo de la pelvis ayuda a compensar esa fuerza centrífuga. La cadera realiza un movimiento en oposición al recorrido del martillo. Cuando el martillo se encuentra a la derecha del lanzador, la cadera se desplaza hacia la izquierda y viceversa.
El martillo realiza durante este momento un movimiento circular en el cual tiene sus puntos altos y bajos. En un principio la cabeza del martillo tiene su punto bajo a la derecha y por delante del lanzador, mientras que el punto más alto estará a la izquierda, arriba y atrás.
Después del primer boleo el punto más bajo del mismo estará situado abajo, aproximadamente entre los 290 y 310 grados del círculo, mientras que por el otro lado estará entre los 110 y 130 grados. Sin embargo, estos puntos extremos sufrirán un ligero desplazamiento hacia la izquierda del lanzador, hacia el sentido del giro.

En general, con dos volteos ya son suficientes, ya que la cabeza del martillo adquiere una velocidad adecuada y óptima, en torno a unos 15 m/seg.




Enlace del último volteo con el primer giro:




Este momento comprende la instancia en la cual se libera la torsión entre el eje de los hombros sobre el eje de las caderas. La cabeza del martillo se encuentra todavía a la derecha y abajo del lanzador. A partir de este momento se establece un verdadero sistema "lanzador-implemento". Este sistema compuesto comienza a trabajar con gran estabilidad.
Según Donskoi aquí entra en vigencia la ley física que enuncia lo siguiente: "cuando dos cuerpos de masas diferentes giran alrededor de un eje común, entonces los mismos se acomodan a tal distancia de este fulcro para poder compensar la fuerza centrífuga".
A partir de este momento existirán constantes desplazamientos del centro de gravedad en diversos sentidos, compensatorios de la creciente fuerza centrífuga (generándose una segunda fuerza: la centrípeta, de la misma intensidad y compensatoria de la anterior).
Estos desplazamientos deberán ser sumamente precisos. Un desplazamiento del centro de gravedad en "menos" o en "más" producirá resultados sumamente negativos, con sensible pérdida del equilibrio.


4. Los giros:



ste momento decisivo comienza cuando la cabeza del martillo se encuentra en su punto más bajo, a la derecha. Se realiza a partir de este momento un giro o "pívot" sobre la punta del pie derecho y el talón del izquierdo. Para el giro sobre el talón la punta del pie izquierdo se eleva ligeramente. Las rodillas se encuentran ligeramente flexionadas.
Ha suscitado mucha discusión la cuestión de cuándo debe elevarse o desprenderse el pie derecho del piso y transformar a dicha extremidad en pierna de circulación o de vuelo. Los diferentes estudios dinamo-kinematográficos han señalado que ello debe ocurrir cuando el pie izquierdo ha realizado un giro de 90 a 100 grados como máximo. A partir de este momento el lanzador pasa a la posición de apoyo unipodal. ¿Dónde se encuentra el martillo en ese momento? Aproximadamente a la altura de los hombros. Esta instancia en la cual se pasa al apoyo unipodal se denomina "acimut del martillo".
El pie izquierdo sigue girando al borde externo y pasa luego sobre la punta. La pierna derecha se flexiona y se arrima a la izquierda. Una vez que el martillo llega a su posición más alta es cuando el lanzador procura adelantar el eje de las caderas en relación al de los hombros. Produce con ello la torsión del tronco. Con la misma el lanzador se adelanta al martillo.
El valor de la torsión en lanzadores con buena preparación física y adecuada movilidad articular, se obtienen los siguientes valores para el momento en que el pie derecho vuelve a tomar contacto con el piso:

 Adelanto del eje de las caderas sobre el eje de los hombros: 70 a 80 grados.

 Adelanto del eje de los pies sobre el eje de las caderas: 60 a 70 grados.

Durante el doble apoyo, el martillo se debe encontrar en ese momento a la izquierda y a la altura de los hombros del atleta. La masa corporal debe estar situada sobre la pierna izquierda con la finalidad de compensar la tracción que sobre ésta efectúa el implemento que "vuela" a su derecha.
Algunos lanzadores apoyan el pie derecho mediante la punta, otros lo hacen con toda la planta y existen incluso aquellos que apoyan el pie derecho mediante el talón. El pie izquierdo por su parte está apoyado todavía sobre la punta.

La cantidad de giros:

Se realizan de tres a cuatro giros desde el último volteo preliminar hasta efectuar la acción final del lanzamiento.
Muchos lanzadores son remisos a efectuar cuatro giros. Ello se debe a que es muy poco lo que se puede incrementar del tercero al cuarto giro, en cuanto a velocidad se refiere. Incluso se incrementa el riesgo a cometer "nulos".
A medida que transcurren estos giros se producen determinadas variaciones técnicas desde el punto de vista de la velocidad y de la actitud que asumen distintos sectores corporales en cada uno de estos giros.

Variaciones de la velocidad:

La velocidad de la cabeza del martillo se va incrementando de giro en giro, aunque este incremento es de velocidad irregular. El incremento de la velocidad se produce en la unidad de tiempo correspondientes a determinados momentos de las fases de doble apoyo.
El martillo comienza a acelerarse a partir del momento en que en el doble apoyo, el eje de los hombros y de las caderas se encuentran en su máxima torsión. La velocidad aumenta hasta que las caderas "alcanza" al de los pies y el de los hombros hace lo propio con el de las caderas. En este momento el martillo alcanza el acimut neutral de los 360 grados.
A través de estas características la aceleración del martillo va incrementándose de giro en giro y de manera irregular. El tiempo empleado en cada uno de los giros va disminuyendo, llegando a ser de 0,40 segundos o menos. El tiempo del doble apoyo oscila entre 0,17- 0,12- 0,10 segundo.
De giro en giro y debido a la mayor inclinación compensatoria del eje longitudinal de la masa corporal del lanzador, los pies se van a ir apoyando cada vez más cerca entre sí:


















Hay que observar:

 Que el tronco del lanzador se endereza con los giros (las fuerzas 'verticales superan a las horizontales).

 Que la -trayectoria del artefacto se inclina cada vez más.

 Que el apoyo del pie derecho es cada vez más rápido.

6. La acción final (lanzamiento):


Cuando el lanzador está en el borde anterior del círculo, el pie derecho en contacto con el suelo y el martillo en su punto más bajo se iniciará la fase final. Las rodillas se encuentran flexionadas entre los 110 y los 120 grados y en algunos lanzadores dicha flexión llega a mayor profundidad. En este momento las piernas y el tronco se extienden rápidamente para compensar la fuerza centrífuga, el pie izquierdo de planta fija el lado izquierdo del cuerpo; el martillo sigue su aceleración mediante una acción de rotación del pie derecho (en dirección del lanzamiento).
El martillo sale a la altura de los hombros del atleta, teniendo los brazos perpendiculares a la dirección del lanzamiento. El artefacto sale con un ángulo entre 42 y 44 grados.

7. La inversión de los pies:


La explosividad en el lanzamiento del martillo ocasiona un cierto desequilibrio en el atleta, una vez que el implemento se ha desprendido de sus manos. Para provocar el reequilibrio el atleta deberá:

 Invertir la posición de los pies (derecha por izquierda).

 Descender el centro de gravedad mediante la flexión de las piernas.

Biotipología de los lanzadores de martillo:
Los lanzadores de este implemento son personas que necesitan variadas características. La propia técnica para el lanzamiento exige que sean deportistas con una muy alta coordinación neuromuscular, gran velocidad y potencia muscular.
Los modernos lanzadores de martillo de clase internacional son personas de talla relativamente elevada, con brazos largos de fuerte contextura muscular, especialmente a nivel de sus extremidades inferiores y las caderas. He aquí un cuadro de los mejores clasificados en los Juegos Olímpicos de Montreal:
La técnica del lanzamiento del martillo es una de las más complejas, no solamente dentro del repertorio atlético sino también de todo el deporte. Su desarrollo está determinado por dos aspectos fundamentales:

1) La propia conformación del implemento.

2) Las medidas del círculo desde donde es obligatorio el lanzamiento.

El desarrollo técnico en los últimos años ha permitido un desenvolvimiento insospechado en cuanto a marcas se refiere. Dentro de un nivel internacional nada más que aceptable son frecuentes los lanzamientos por encima de los 70 metros. La moderna técnica del lanzamiento de martillo permite que el implemento se desprenda de las manos del lanzador a una velocidad inicial de entre 26-28 m/seg. Esto tiene influencia muy importante para los actuales registros que oscilan en los 80 m.
Dentro de sus aspectos más generales, el proceso técnico para el lanzamiento del martillo pretende alcanzar los siguientes objetivos:

1) Mantener el mayor "radio" posible.

2) Incrementar en todas sus posibilidades la tensión muscular de torsión a nivel de las caderas.
Todo esto produce un objetivo vital: Incrementar la aceleración del implemento para la mayor velocidad inicial de salida.

VÍDEO DE ANÁLISIS BIOMECÁNICO DE LANZAMIENTO DE MARTILLO:



MUNDIAL 2011 MASCULINO (FINAL):



ORIGEN DE LA INFORMACIÓN:

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